Cuando en 1966 comenzó el gobierno de facto de la denominada Revolución argentina, al frente del General Juan Carlos Onganía, las políticas sanitarias quedaron, como en los gobiernos posteriores a Perón, en manos de personas identificadas con este grupo profesional. La titularidad de la Secretaría de Salud Pública estuvo a cargo de Ezequiel Holmberg, un médico formado en investigación que tenía un perfil liberal clásico del funcionariado del gobierno. Se había formado en la Universidad de Buenos Aires y realizado estudios de posgrado en Estados Unidos durante el gobierno peronista. Especializado en temas de leucemia, tuvo un rol destacado en la organización del Instituto de Investigaciones Hematológicas entre el año 1957 y 1966, lo que, de acuerdo con los entrevistados, le permitió desarrollar fuertes vínculos con los funcionarios de la ops. También formaba parte de la elite social de la época, ya que era primo del general Lanusse (presidente de facto entre marzo de 1971 y mayo de 1973) y fue presidente de la Unión Argentina de Rugby.